Un nuevo amanecer, amenaza tormenta en el horizonte,
y tengo que mandarte que te escondas, nadie puede saber de tu existencia en mi
alcoba. Entra de nuevo en mí, consume las horas de silencio del día, ahora ya
no puedo decir al viento lo mucho que te echo de menos. Mi conciencia diurna me
repite sin cesar que te debo olvidar, que te debo odiar, y muy a su pesar,
cuento las horas para que vuelvas a estar aquí a mi lado, para volverte amar en
mi alcoba.
Cuando el reflejo de la luna, entre titubeando cada
anochecer, cruzando la fina cortina de mi ventana, abro la puerta de esta
quimera que es mi condena, pero llena mi corazón y alienta las noches
compartiendo, en soledad y deseo, las cenizas de nuestro amor.
Como puedo odiarte si no he aprendido a dejar de
amarte. Eres mi amante más deseado, mi deseo más secreto y el secreto de mi
vida. No puedo dejar de amarte. Como puedo olvidarte. En mi cabe la esperanza
de una segunda parte.
Sabía que no debía enamorarme ni de tus ojos, ni de
tus labios, ni de tu cuerpo. No me arrepiento de haberlo cantado al viento, y
tú escondido tras la sombra de aquel portal, escuchaste, a traición y sin
permiso, la verdad que había en mi interior. Jugabas al juego del amor, sabías
que iba a perder y multitud de horas me regalaste para ilusionarme, aun
sabiendo que no iba a ganar, perdón, aún sabiendo que conseguirías que te
empezara a amar.
Por ti abandone mis principios, luche batallas para
estar a tu lado, olvidé quien era y me convertí en tu vasallo. No me
arrepiento, la conciencia me confirma que todos mis actos eran meditados y
consensuados, impregnados de sinceridad y nada malintencionados. Eche al vuelo
miles de sueños, eso fueron sueños, pero sigo soñando cada noche el día de tu
regreso.
Alguna vez nos hemos cruzado, que tristeza me das,
abatido y avergonzado, tal vez no me has olvidado, tal vez me sigues amando.
Tienes miedo de saber que de mi te enamoraste, y solo tal vez, yo también soy
tu secreto mejor guardado y yo, ignorándolo. Regreso en tu silencio, entrando en
tu alcoba, compartiendo ese amor que ya no me robas. Rehuyes mi mirada, pero tú mirada no me
ignora. Mi presencia te molesta, sin embargo, buscas estar cerca. Pasas
camuflado por mi calle, intentando hallarme, pero no tienes valor de llamarme.
Cuando más te necesitaba me dejaste, ya lo sé, por
otro corazón que conquistaste, para seguir jugando al juego del amor. Pero
olvidaste, que mi recuerdo será tu sombra. El tuyo en mí lo más hermoso, lo más
bonito y cada noche al acostarme, incansable, puedo gritar: “no puedo
olvidarte, te echo de menos. Puede que algún amanecer sea el principio de una
segunda parte”.
Por ti descubrí que me podía enamorar, que podía
amar, que soy de carne y hueso, que tengo corazón para dar y lo mejor es que lo
único que jamás cambié es mi verdad, aunque te duela.
Risas compartí, lágrimas derramé por tu amor,
sentimientos llenaron mi corazón, tu recuerdo me hace vivir, mi esperanza me
dice sí. Estoy enamorada de mi amante de alcoba, no me abandones y goza
conmigo, así siempre estaremos vivos. Yo seré tu quimera, tú mi luna llena. Yo
seré tu pasado, tú mi amor sin olvido. Hay algo más bonito???... Siempre serás
mi amante de alcoba.
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